MATISSE:Henri Émile Benoît Matisse (31 de diciembre de 1869 - 3 de noviembre de 1954) fue un pintor francés conocido por su uso del color y por su uso original y fluido del dibujo. Como dibujante, grabador, escultor, pero principalmente como pintor, Matisse es reconocido ampliamente como uno de los grandes artistas del siglo XX. Al inicio de su carrera se le identificó con el fauvismo y para los años 20s ya se había destacado por su maestría en el lenguaje expresivo del color y del dibujo, la cual desplegó en una inmensa producción que se extendió por más de medio siglo, la cual consagró su reputación como una de las figuras centrales del arte moderno.
PICASSO:Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 25 de octubre de 1881 - Mougins, Francia, 8 de abril de 1973), conocido como Pablo Picasso, fue un pintor y escultor español, creador, junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista.
Considerado uno de los mayores artistas del siglo XX, participó desde la génesis de muchos movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejercieron una gran influencia en otros grandes artistas de su tiempo. Incansable y prolífico, pintó más de dos mil obras supervivientes en museos de toda Europa y el mundo.
En lo político, Picasso se declaraba pacifista y comunista. Fue miembro del Partido Comunista Francés hasta su muerte,[2] el 8 de abril de 1973 en Notre-Dame-de-Vie (Mougins, Francia) a los 91 años. Está enterrado en el parque del castillo de Vauvenargues (Bouches-du-Rhone).
MUNCH:Edvard Munch /ˈɛdvɑ:ʈ mʉŋk/ (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego de la corriente expresionista. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.
DALÍ:Salvador Dalí (Figueras, 11 de mayo de 1904 - Figueras, 23 de enero de 1989), fue un pintor español considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. Su nombre completo era Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech.
Dalí es conocido por sus impactantes y oníricas imágenes surrealistas. Sus habilidades pictóricas se suelen atribuir a la influencia y admiración por el arte renacentista. También fue un experto dibujante.[1] [2] Los recursos plásticos dalinianos también abordaron el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales. Tuvo la habilidad de forjar un estilo marcadamente personal y reconocible, que en realidad era muy ecléctico y que «vampirizó» innovaciones ajenas. Una de sus obras más célebres es La persistencia de la memoria, el famoso cuadro de los «relojes blandos», realizada en 1931.
Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objeto era atraer la atención pública. Esta conducta irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística.[3] Dalí atribuía su «amor por todo lo que es dorado y resulta excesivo, [su] pasión por el lujo y su amor por la moda oriental» a un autoproclamado «linaje arábigo»,[4] que remontaba sus raíces a los tiempos de la dominación árabe de la península ibérica.
KANDINSKY:Vasili Vasílievich Kandinski (ruso: Васи́лий Васи́льевич Канди́нский) (Moscú, 4 de diciembre de 1866 - Neuilly-sur-Seine, 13 de diciembre de 1944) fue un pintor ruso, precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con él se considera que comienza la abstracción lírica.
lunes, 22 de febrero de 2010
lunes, 8 de febrero de 2010
KERENSKY
Aleksandr Fiódorovich Kérenski (ruso: Алекса́ндр Фёдорович Ке́ренский) (Simbirsk, 22 de abril de 1881 - 2 de mayo (según el Calendario Gregoriano) - Nueva York, 11 de junio de 1970), político socialdemócrata, abogado de profesión, fue un líder revolucionario ruso que desempeñó un papel primordial en el derrocamiento del régimen zarista en Rusia. Fue el segundo primer ministro del gobierno provisional instaurado tras la Revolución de Febrero. Fue capaz de hacer fracasar el golpe de Kornilov, pero no pudo evitar la Revolución de Octubre en la que los bolcheviques tomaron el poder.
Kérenski nació en Simbirsk (hoy, Ulyanovsk) siendo el hijo de un director de escuela. También fue éste el lugar de nacimiento de Lenin, e incluso el padre de Kérenski, Fiódor, impartiría clase al joven Vladimir Ulyanov en la Universidad de Kazan. Kérenski se graduó en derecho por la Universidad de San Petersburgo en 1904. Demostró sus afinidades políticas con su continuada defensa de los revolucionarios antizaristas. Fue elegido para la cuarta Duma en 1912 como miembro de los Trudoviks (un partido laborista moderado). Brillante orador y experimentado líder parlamentario, llegaría a ser miembro del comité provisional de la Duma como social-revolucionario y líder de la oposición socialista al régimen de Nicolás II.
Cuando la Revolución de Febrero se desencadenó en 1917, Kérenski fue uno de sus líderes más destacados, siendo elegido vicedirector del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores). Cuando se formó el Gobierno Provisional, fue al comienzo ministro de Justicia, más tarde, ministro de la Guerra en mayo y, finalmente, primer ministro en julio de 1917.
En ese instante de la historia, tuvo la oportunidad de relacionarse estrechamente con el zar Nicolás II, ya abdicado, y su familia que estaban prisioneros en Tsárskoye Seló y manifestó un grado de aprecio a la familia real, realizando en forma oculta los trámites de exiliación, con resultados negativos; viendo que la segunda Revolución estaba en curso y en vista de que la familia real estaba en peligro de ajusticiamiento, los exilió a Siberia como una forma de alejarlos del peligro. El Soviet supo de estas maniobras y vetó a Kérenski el dar mayores facilidades al Zar.
Tras el golpe fallido del general Kornilov en agosto y la dimisión de los ministros, se proclamaría a sí mismo como comandante en jefe supremo.
El problema central de Kérenski en su cargo fue que Rusia estaba agotada tras tres años de guerra, con el pueblo deseando sólo la paz a cualquier precio. Lenin y su Partido Bolchevique prometían «paz, tierra y pan» bajo un sistema comunista; asimismo, el ejército se descomponía con las deserciones de soldados de origen obrero y campesino. Pero Kérenski y otros líderes políticos se sintieron obligados a cumplir los compromisos establecidos con sus aliados para continuar la guerra contra Alemania, temiendo acertadamente, además, que ésta demandaría enormes concesiones territoriales como precio para la paz. La negativa de Kérenski a retirar a Rusia, simbolizada con la Ofensiva Kérenski, significaría su perdición.
Kerensky en el entierro de las víctimas de las Jornadas de Julio
Durante el golpe de Kornilov, Kérenski había repartido armas entre los trabajadores de Petrogrado. Más adelante, en octubre, la mayoría de estos obreros se pasarían al bando bolchevique. Lenin tenía la determinación de derribar el gobierno Kérenski antes de que tuviese la oportunidad de legitimarse tras las elecciones previstas para la Asamblea Constituyente, y el 25 de octubre (7 de noviembre por el calendario gregoriano) los bolcheviques tomaron el poder en lo que sería conocido como la Segunda Revolución o Revolución de Octubre.
Kérenski escapó de los bolcheviques y fue a Pskov, donde reunió tropas leales en un intento de tomar la capital. Capturaron Tsárskoye Seló pero fueron derrotados sin derramamiento de sangre, al día siguiente en Pulkovo. Kérenski escapó por poco, y durante las siguientes semanas viviría oculto hasta huir del país, alcanzando finalmente Francia. Durante la Guerra Civil Rusa no apoyó a ninguno de los bandos: se oponía tanto al régimen bolchevique como a los generales reaccionarios del Movimiento Blanco que pretendían restaurar la monarquía.
Kérenski vivió en París hasta 1940, ensarzado en las eternas disputas y escisiones de los líderes democráticos rusos del exilio. Cuando los alemanes derrotaron a Francia, escapó a los Estados Unidos en 1940 donde viviría hasta su muerte. Cuando Hitler invadió la Unión Soviética en 1941, Kérenski ofreció su ayuda a Stalin, mas sin recibir respuesta alguna. En su lugar, efectuó transmisiones radiofónicas en ruso apoyando el esfuerzo bélico. Tras la guerra organizó un grupo llamado la Unión para la Liberación de Rusia, sin obtener mucha repercusión.
Kérenski se instalaría finalmente en Nueva York, aunque dedicaría mucho tiempo en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, California, donde consultó y amplió su vasto archivo de historia rusa, y donde impartió clases. Escribió y emitió por radio en abundancia sobre política e historia rusa. Sus principales obras incluyen El preludio al bolchevismo (1919), La Catástrofe (1927), La crucifixión de la libertad (1934) y Rusia y el punto de inflexión de la historia (1966). Murió en Nueva York en 1970, siendo uno de los últimos protagonistas supervivientes de los sucesos de 1917.
La Iglesia Ortodoxa Rusa local en Nueva York rechazó cubrir el entierro de Kérenski, considerándole uno de los principales responsables de la caída de Rusia frente al comunismo. Una Iglesia Ortodoxa Serbia tampoco accedió. El cuerpo de Kérenski fue entonces trasladado a Londres donde sería enterrado en un cementerio aconfesional.
Kérenski nació en Simbirsk (hoy, Ulyanovsk) siendo el hijo de un director de escuela. También fue éste el lugar de nacimiento de Lenin, e incluso el padre de Kérenski, Fiódor, impartiría clase al joven Vladimir Ulyanov en la Universidad de Kazan. Kérenski se graduó en derecho por la Universidad de San Petersburgo en 1904. Demostró sus afinidades políticas con su continuada defensa de los revolucionarios antizaristas. Fue elegido para la cuarta Duma en 1912 como miembro de los Trudoviks (un partido laborista moderado). Brillante orador y experimentado líder parlamentario, llegaría a ser miembro del comité provisional de la Duma como social-revolucionario y líder de la oposición socialista al régimen de Nicolás II.
Cuando la Revolución de Febrero se desencadenó en 1917, Kérenski fue uno de sus líderes más destacados, siendo elegido vicedirector del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores). Cuando se formó el Gobierno Provisional, fue al comienzo ministro de Justicia, más tarde, ministro de la Guerra en mayo y, finalmente, primer ministro en julio de 1917.
En ese instante de la historia, tuvo la oportunidad de relacionarse estrechamente con el zar Nicolás II, ya abdicado, y su familia que estaban prisioneros en Tsárskoye Seló y manifestó un grado de aprecio a la familia real, realizando en forma oculta los trámites de exiliación, con resultados negativos; viendo que la segunda Revolución estaba en curso y en vista de que la familia real estaba en peligro de ajusticiamiento, los exilió a Siberia como una forma de alejarlos del peligro. El Soviet supo de estas maniobras y vetó a Kérenski el dar mayores facilidades al Zar.
Tras el golpe fallido del general Kornilov en agosto y la dimisión de los ministros, se proclamaría a sí mismo como comandante en jefe supremo.
El problema central de Kérenski en su cargo fue que Rusia estaba agotada tras tres años de guerra, con el pueblo deseando sólo la paz a cualquier precio. Lenin y su Partido Bolchevique prometían «paz, tierra y pan» bajo un sistema comunista; asimismo, el ejército se descomponía con las deserciones de soldados de origen obrero y campesino. Pero Kérenski y otros líderes políticos se sintieron obligados a cumplir los compromisos establecidos con sus aliados para continuar la guerra contra Alemania, temiendo acertadamente, además, que ésta demandaría enormes concesiones territoriales como precio para la paz. La negativa de Kérenski a retirar a Rusia, simbolizada con la Ofensiva Kérenski, significaría su perdición.
Kerensky en el entierro de las víctimas de las Jornadas de Julio
Durante el golpe de Kornilov, Kérenski había repartido armas entre los trabajadores de Petrogrado. Más adelante, en octubre, la mayoría de estos obreros se pasarían al bando bolchevique. Lenin tenía la determinación de derribar el gobierno Kérenski antes de que tuviese la oportunidad de legitimarse tras las elecciones previstas para la Asamblea Constituyente, y el 25 de octubre (7 de noviembre por el calendario gregoriano) los bolcheviques tomaron el poder en lo que sería conocido como la Segunda Revolución o Revolución de Octubre.
Kérenski escapó de los bolcheviques y fue a Pskov, donde reunió tropas leales en un intento de tomar la capital. Capturaron Tsárskoye Seló pero fueron derrotados sin derramamiento de sangre, al día siguiente en Pulkovo. Kérenski escapó por poco, y durante las siguientes semanas viviría oculto hasta huir del país, alcanzando finalmente Francia. Durante la Guerra Civil Rusa no apoyó a ninguno de los bandos: se oponía tanto al régimen bolchevique como a los generales reaccionarios del Movimiento Blanco que pretendían restaurar la monarquía.
Kérenski vivió en París hasta 1940, ensarzado en las eternas disputas y escisiones de los líderes democráticos rusos del exilio. Cuando los alemanes derrotaron a Francia, escapó a los Estados Unidos en 1940 donde viviría hasta su muerte. Cuando Hitler invadió la Unión Soviética en 1941, Kérenski ofreció su ayuda a Stalin, mas sin recibir respuesta alguna. En su lugar, efectuó transmisiones radiofónicas en ruso apoyando el esfuerzo bélico. Tras la guerra organizó un grupo llamado la Unión para la Liberación de Rusia, sin obtener mucha repercusión.
Kérenski se instalaría finalmente en Nueva York, aunque dedicaría mucho tiempo en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, California, donde consultó y amplió su vasto archivo de historia rusa, y donde impartió clases. Escribió y emitió por radio en abundancia sobre política e historia rusa. Sus principales obras incluyen El preludio al bolchevismo (1919), La Catástrofe (1927), La crucifixión de la libertad (1934) y Rusia y el punto de inflexión de la historia (1966). Murió en Nueva York en 1970, siendo uno de los últimos protagonistas supervivientes de los sucesos de 1917.
La Iglesia Ortodoxa Rusa local en Nueva York rechazó cubrir el entierro de Kérenski, considerándole uno de los principales responsables de la caída de Rusia frente al comunismo. Una Iglesia Ortodoxa Serbia tampoco accedió. El cuerpo de Kérenski fue entonces trasladado a Londres donde sería enterrado en un cementerio aconfesional.
PAZ DE VERSALLES
El Tratado de Versalles fue un tratado de paz al final de la Primera Guerra Mundial que oficialmente puso fin al estado de guerra entre Alemania y los Países Aliados. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, exactamente 5 años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando, uno de los acontecimientos que desencadenaron la Primera Gran Guerra. A pesar de que el armisticio fue firmado el 11 de noviembre de 1918 para poner fin a los combates reales, se necesitaron seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París para concluir en un tratado de paz. El Tratado entró en vigor el 10 de enero de 1920.
De las muchas disposiciones del tratado, una de las más importantes y controvertidas rezaba que Alemania y sus aliados aceptasen toda la responsabilidad de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248,[1] desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales y pagar indemnizaciones a los estados vencedores. El Tratado fue socavado tempranamente por acontecimientos posteriores a partir de 1922 y fue ampliamente violado en los años treinta con la llegada al poder del nazismo.
SOCIEDAD DE NACIONES:La Sociedad de Naciones (SDN) fue un organismo internacional creado por el Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919. Se proponía implementar las bases para la paz y la reorganización de las relaciones internacionales una vez finalizada la Primera Guerra Mundial.
La SDN se basó en los principios de la cooperación internacional, arbitraje de los conflictos y la seguridad colectiva. El Pacto de la SDN (los 26 primeros artículos del Tratado de Versalles) fue redactado en las primeras sesiones de la Conferencia de París por iniciativa del Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson.
El 15 de noviembre de 1920 se celebró en Ginebra la primera asamblea de la sociedad, con la participación de 42 países.[1]
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial a mediados del siglo XX, la SDN fue disuelta el 18 de abril de 1946, siendo sucedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
De las muchas disposiciones del tratado, una de las más importantes y controvertidas rezaba que Alemania y sus aliados aceptasen toda la responsabilidad de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248,[1] desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales y pagar indemnizaciones a los estados vencedores. El Tratado fue socavado tempranamente por acontecimientos posteriores a partir de 1922 y fue ampliamente violado en los años treinta con la llegada al poder del nazismo.
SOCIEDAD DE NACIONES:La Sociedad de Naciones (SDN) fue un organismo internacional creado por el Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919. Se proponía implementar las bases para la paz y la reorganización de las relaciones internacionales una vez finalizada la Primera Guerra Mundial.
La SDN se basó en los principios de la cooperación internacional, arbitraje de los conflictos y la seguridad colectiva. El Pacto de la SDN (los 26 primeros artículos del Tratado de Versalles) fue redactado en las primeras sesiones de la Conferencia de París por iniciativa del Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson.
El 15 de noviembre de 1920 se celebró en Ginebra la primera asamblea de la sociedad, con la participación de 42 países.[1]
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial a mediados del siglo XX, la SDN fue disuelta el 18 de abril de 1946, siendo sucedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
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