lunes, 22 de marzo de 2010

machado

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.

2. El poeta y la muerte

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

3.

Se le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

keynes

John Maynard Keynes, primer Barón Keynes, CB (pronunciado /ˈkeinz/) (Cambridge, 5 de junio de 1883 - Firle, 21 de abril de 1946) fue un economista británico, cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías económicas y políticas modernas, así como también en las políticas fiscales de muchos gobiernos.

Keynes y sus seguidores de la postguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la curva de oferta, en contraposicion con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversionistas. Dado este énfasis en la demanda, era natural para Keynes proponer el uso de políticas fiscales y monetarias activas para contrarrestar las perturbaciones de la demanda privada, por lo que es particularmente recordado por su aliento a una política de intervencionismo estatal, a través de la cual el estado utilizaría medidas fiscales y monetarias con el objetivo de mitigar los efectos adversos de los periodos recesionarios de las fluctuaciones cíclicas o crisis cíclicas de la actividad económica. Los economistas lo consideran uno de los principales fundadores de la macroeconomía moderna.

lunes, 8 de marzo de 2010

articulos de la constitucion de 1931

Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.

Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.

Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones.
Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.

Artículo 5. La capitalidad de la República se fija en Madrid.

Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.

Artículo 7. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.

TÍTULO PRIMERO
Organización nacional.
Artículo 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual, estará integrado por Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyan en régimen de autonomía.
Los territorios de soberanía del norte de África se organizarán en régimen autónomo en relación directa con el Poder central.

Artículo 9. Todos los Municipios de la República serán autónomos en las materias de su competencia y elegirán sus Ayuntamientos por sufragio universal, igual, directo y secreto, salvo cuando funcionen en régimen de Concejo abierto.
Los alcaldes serán designados siempre por elección directa del pueblo o por el Ayuntamiento.

Artículo 10. Las provincias se constituirán por los Municipios mancomunados conforme a una ley que determinará su régimen, sus funciones y la manera de elegir el órgano gestor de sus fines político administrativos.

II republica española

La Segunda República Española fue el estado democrático y republicano que existió en España en el período que abarca desde el 14 de abril de 1931, fecha de proclamación de la misma y de la salida de España del rey Alfonso XIII, al 1 de abril de 1939, fecha de la victoria definitiva del bando insurgente en la Guerra Civil Española que siguió al golpe de estado del 17 de julio de 1936.
Durante este periodo se llevaron a cabo diversas reformas, como la agraria, pero que en la mayoría de los casos no cumplieron con las expectativas. A la par, la falta de progreso acrecentó también paulatinamente el malestar del proletariado. Tras múltiples huelgas, levantamientos populares (p.ej. Revolución de Asturias) y cambios de mano en el poder, se produjo un levantamiento por parte de militares descontentos el 17 de julio de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española.

II republica española

incendio de reichtag

El incendio del Reichstag en 1933 es un hecho fundamental en el establecimiento de la Alemania nazi. La investigación inicial y los nazis acusaron al comunista neerlandés Marinus van der Lubbe de haberlo perpetrado, pero póstumamente la justicia alemana lo declaró inocente de tal delito.[1] A día de hoy, la cuestión de la autoría no ha podido ser totalmente esclarecida por los historiadores, pero, políticamente, los grandes beneficiados del suceso fueron los propios nazis.[2]

republica de weimar

La República de Weimar (en alemán: Weimarer Republik) fue el régimen político y, por extensión, el periodo histórico que tuvo lugar en Alemania tras su derrota al término de la Primera Guerra Mundial y se extendió entre los años 1919 y 1933. El nombre de República de Weimar es un término aplicado por la historiografía posterior, puesto que el país conservó su nombre de Deutsches Reich ('Imperio Alemán'). La denominación procede de la ciudad homónima, Weimar, donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919.
Para 1933, la República de Weimar concluye, ya que, si bien la constitución de 1919 no fue revocada hasta el término de la Segunda Guerra Mundial, el triunfo de Adolf Hitler y las reformas llevadas a cabo por los nacionalsocialistas (Gleichschaltung) la invalidaron mucho antes, instaurando una dictadura totalitaria, el llamado Tercer Reich.

lunes, 1 de marzo de 2010

MUSSOLINI

Benito Amilcare Andrea Mussolini (Dovia di Predappio, Forlì, 29 de julio de 1883Giulino di Mezzegra, 28 de abril de 1945) fue un militar, político y dictador italiano. Primer ministro del Reino de Italia con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943, cuando fue depuesto y encarcelado brevemente. Escapó gracias a la ayuda de la Alemania Nazi, y recibió el cargo de Presidente de la República Social Italiana desde septiembre de 1943 hasta su derrocamiento en 1945, y posterior muerte por ejecución.
Mussolini, también conocido como el
Duce, promovió el fascismo dentro de Italia, y durante su mandato estableció un régimen cuyas características fueron el nacionalismo, el militarismo y la lucha contra el comunismo, combinadas con la estricta censura y la propaganda estatal. Mussolini se convirtió en un estrecho aliado del canciller alemán Adolf Hitler, sobre quien había influido. Bajo su gobierno, Italia entró en la Segunda Guerra Mundial en junio de 1940, como aliado de Alemania Nazi. Tres años después, los aliados invadieron el Reino de Italia y ocuparon la mayor parte del sur del país. En abril de 1945, trató de escapar a Suiza, pero fue capturado y ejecutado a tiros, cerca de lago de Como por partisanos comunistas. Su cuerpo fue llevado a Milán donde fue ultrajado.

ADOLF HITLER

Adolf Hitler (Braunau am Inn, Imperio austrohúngaro; 20 de abril de 1889Berlín, Alemania; 30 de abril de 1945) fue un militar y político alemán de origen austriaco, líder, ideólogo y fundador del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei — NSDAP) que estableció un régimen nacionalsocialista en Alemania entre 1933 y 1945 conocido como Tercer Reich, periodo en el que recibió y ocupó sucesivamente los cargos de Canciller Imperial (Reichskanzler) de enero de 1933 a abril de 1945, Jefe de Estado (Führer und Reichskanzler) de 1934 a abril de 1945 y Comandante Supremo de las fuerzas armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial de septiembre de 1939 a abril de 1945.
Ascendió al poder durante un
período de crisis económica, social y política, acentuada por los efectos de la Gran Depresión de 1929 y el descontento y frustración popular en Alemania consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial. A lo largo de su mandato político utilizó la propaganda estatal y su carismática oratoria para persuadir a las masas, enfatizando su oposición al Tratado de Versalles de 1919, al pueblo judío, al pacifismo y al comunismo internacional, particularmente el soviético-bolchevique, y al mismo tiempo resaltando el nacionalismo alemán, el militarismo, el racismo, la llamada preservación de la raza aria, el pangermanismo y la anexión o recuperación armada de territorios europeos perdidos luego de la Primera Guerra Mundial por el Imperio Alemán. Después de reestructurar la industria y economía y frenar en poco tiempo la inflación y el desempleo, Hitler se ganó el apoyo popular. Rearmó y organizó las fuerzas armadas alemanas, estableciendo una dictadura totalitaria personal que transformó a la sociedad alemana y eliminó su sistema democrático. Su régimen se caracterizó por la diferenciación racial, la supremacía aria y la persecución étnico-religiosa y política. Desde 1939, como consecuencia de la guerra, este modelo se extendió al resto de Europa. En el plano ideológico, Hitler asumió los planteamientos del fascismo italiano pero con matices propios basados en las características del nazismo y la sociedad alemana. En torno a su figura se desarrolló un intenso culto a la personalidad.
Perseguía una agresiva
política exterior expansionista para ampliar el Lebensraum ('espacio vital') alemán al este de Europa, y combatir una presunta conspiración internacional entre el judaísmo, la masonería, el comunismo y el capitalismo por parte de los gobiernos estadounidense, inglés y soviético. Su política tenia como objetivo establecer un Nuevo Orden (Neuordnung) en el que Alemania y la raza aria tendrían un papel hegemónico mundial.
Responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, para 1941, período de su apogeo, sus tropas y aliados del Eje ocuparon la mayoría de Europa y partes de Asia y África, pero finalmente fueron derrotadas por las potencias Aliadas en 1945. Hacia el final de la guerra, las violentas políticas de conquista territorial y subyugación racial de Hitler habían causado a la muerte de entre 55 y 60 millones de personas (alrededor del 2% de la población mundial de la época) en su mayor parte civiles, así como un considerable grado de destrucción de ciudades europeas. El exterminio sistemático y masivo de enemigos políticos y personas consideradas racialmente «inferiores» o «subhumanas», mediante la detención en una red de campos de concentración y exterminio en Alemania y en los territorios conquistados, llevó a la muerte a unos seis millones de judíos en lo que posteriormente en el contexto histórico se denominó el Holocausto, como así también a homosexuales, gitanos, eslavos, discapacitados físicos, enfermos mentales, prisioneros de guerra soviéticos y opositores políticos a su régimen. Las estimaciones del número de personas que perdieron la vida como consecuencia de medidas raciales adoptadas por el gobierno de Hitler, sus aliados del Eje, estados satélite y colaboradores, según la mayoría de los historiadores serían aproximadamente 11 ó 12 millones de personas, de las cuales la mitad corresponderían al Holocausto.
En los últimos días de la guerra, Hitler contrajo matrimonio con su amante
Eva Braun, en su búnker subterráneo bajo las ruinas de Berlín, mientras la ciudad era invadida por el Ejército Rojo de la Unión Soviética y su ejército finalmente derrotado. Luego de contraer matrimonio, Hitler y Braun se suicidaron y sus cuerpos fueron incinerados.
Si bien Hitler, antes de su muerte, había designado en su testamento a
Karl Dönitz como su sucesor, su suicidio significó la rendición condicional alemana y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa y de 12 años de mandato totalitario nacionalsocialista en Alemania y regiones de Europa. Desde entonces la historiografía, la memoria colectiva y la cultura popular en general, mantiene un aspecto negativo sobre su figura debido a la crueldad de sus crimenes de lesa humanidad.

definiciones

FASCISMO:El término proviene del italiano fascio (‘haz, fasces’), y éste a su vez del latín fasces (plural de fascis).
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista,[1] [2] mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas), lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúen al fascismo en la extrema derecha y le relacionen con la plutocracia, identificándolo algunas veces como un capitalismo de Estado,[3] o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado[4]
Se presenta como una «tercera vía» o «tercera posición»[5] que se opone radicalmente tanto a la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, a los que considera «decadentes») como al movimiento obrero tradicional en ascenso (anarquista o marxista, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de Estado socialista que se estaba desarrollando en la Unión Soviética); aunque el número de las ideologías contra las que se afirma es más amplio:
El fascismo tiene sus enemigos agrupados en estos tres frentes: el social-comunista, el demoliberal-masónico y el populismo católico.
Revista F. E. 1933 [9]
El concepto de «régimen fascista» puede aplicarse a algunos regímenes políticos totalitarios o autoritarios[6] de la Europa de entreguerras y a prácticamente todos los que se impusieron por las potencias del Eje durante su ocupación del continente durante la Segunda Guerra Mundial.
De un modo destacado y en primer lugar a la Italia fascista de Benito Mussolini (1922) que inaugura el modelo y acuña el término; seguida por la Alemania del III Reich de Adolf Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias; y, cerrando el ciclo, la España Nacional de Francisco Franco que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (desde 1936 hasta 1975). Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos regímenes son notables. Por ejemplo, el fascismo en la Alemania nazi o nacional-socialismo añade un importante componente racista, que sólo es adoptado en un segundo momento y con mucho menor fundamento por el fascismo italiano y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes. Para muchos de estos el componente religioso (católico u ortodoxo según el caso) fue mucho más esencial, tanto que Trevor-Roper ha podido definir el término fascismo clerical (entre los que estaría el nacionalcatolicismo español).[7]
Puede considerarse que el fascismo italiano es un totalitarismo centrado en el Estado:
El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.
Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.
Mussolini[8]
Mientras que el nazismo alemán está centrado en la raza identificada con el pueblo (Volk) o Volksgemeinschaft (interpretable como comunidad del pueblo o comunidad de raza, o incluso como expresión del apoyo popular al Partido y al Estado):
Ein Volk, ein Reich, ein Führer!
«¡Un Pueblo, un Imperio, un Guía!»
También se pueden encontrar elementos del fascismo fuera del período de entreguerras, tanto antes como después. Un claro precedente del fascismo fue la organización Action Française (Acción Francesa, 1898), cuyo principal líder fue Charles Maurras; contaba con un ala juvenil violenta llamada los Camelots du Roi y se sustentaba en una ideología ultranacionalista, reaccionaria, fundamentalista católica y antisemita. Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial reaparecieron movimientos políticos minoritarios, en la mayor parte de los casos marginales (denominados neofascistas o neonazis), que reproducen idénticos o similares planteamientos, o que mimetizan su estética y su retórica; a pesar de (o precisamente como reacción a) la intensa demonización a que se sometió a la ideología y a los regímenes fascistas, considerados principales responsables de la guerra que condujo a algunos de los mayores desastres humanos de la historia. En muchos países hay legislaciones que prohíben o limitan su existencia, sus actuaciones (especialmente el denominado crimen de odio), su propaganda (especialmente el negacionismo del Holocausto) o la exhibición de sus símbolos.

COMUNISMO:El comunismo (De común[1] ), entendido como organización social, es una doctrina basada en la comunidad de bienes y en la colectivización de los instrumentos de producción y la riqueza producida por los mismos. Ello implica la supresión de la explotación y de la mercancía, y con éstas la desaparición de las clases sociales y del Estado.[2] [1]
El Comunismo,[3] entendido como movimiento socio-político, es un conjunto de corrientes y agrupaciones cuyo principal objetivo histórico es la revolución comunista que suprima la sociedad capitalista y establezca la sociedad comunista. Los diversos individuos y grupos comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada (especialmente la de los medios de producción) y en la emancipación social del proletariado.
Por motivos históricos, el comunismo se ha identificado exclusivamente con el marxismo-leninismo. Sin embargo, existen doctrinas también comunistas (algunas previas al marxismo-leninismo, otras contemporáneas y otras posteriores) tales como el anarcocomunismo con fundamento en posturas sociobiologistas (Piotr Kropotkin, Aldous Huxley), el comunismo de consejos de base marxista pero no leninista, el comunismo cristiano premoderno y moderno (Tomás Moro, Gerrard Winstanley), variantes secularizadas del comunismo religioso milenarista (Gabriel Bonnot de Mably, Morelly) y movimientos no revolucionarios como el de las comunas hippies y los kibbutz israelíes, entre otros.[4]